Una operación sencilla e integrada arroja resultados en cuestión de segundos y permite almacenarlos en el mismo equipo.
Un análisis hecho en campo reduce la necesidad y los costos asociados al envío de pruebas a un laboratoro.
Apenas se requiere entrenamiento gracias a la automatización de los procesos de operación, referencia y calibración.
Se elimina la necesidad de preparación de muestras o se minimiza sustancialmente en comparación con otros modelos.